martes, 11 de noviembre de 2014

4 motivos para hacer tu próximo entrenamiento en la piscina


4 motivos para hacer tu próximo entrenamiento en la piscina

Normalmente pensamos en la piscina cuando imaginamos unas relajantes vacaciones en el trópico o un refrescante chapuzón en un caluroso día de verano. El concepto de hacer largos, quizá suscite precisamente la idea opuesta.
¡No lo permitas! La natación es un espléndido ejercicio de cardio: tus articulaciones no sufren ningún impacto y trabajas todo el cuerpo. Además estira y alarga el cuerpo, algo que seguramente no te irá nada mal. 
Te planteamos cuatro motivos por los que recomendar la natación a todo el mundo, desde el atleta, hasta tu madre. 

1. Entrenamiento cruzado 
Esto ya lo has oído antes: para conseguir un estado de forma óptimo, es esencial combinar técnicas. Y como la natación es tan diferente a cualquier otro ejercicio que puedas hacer en el gimnasio, en el asfalto o en la montaña, es ideal para trabajar músculos que has pasado por alto. Es un ejercicio de bajo impacto que ayuda a descansar las articulaciones cansadas de las caderas, las rodillas y tobillos a todo el que corre, levanta pesas o simplemente camina o se pasa el día sentado en una silla.

2. Unos abdominales imponentes 
Que la natación te refuerza los brazos, las piernas, los hombros y los glúteos es algo obvio. No lo es tanto el efecto que puede tener sobre el vientre. El agua es 724 veces más densa que el aire y ofrece una resistencia constante y consistente que obliga a todo el cuerpo a hacer un esfuerzo combinado para impulsarse hacia delante. La musculatura del tronco, que es la que mantiene unido el conjunto, se tonifica enormemente durante este proceso, sin tener que hacer un sólo ejercicio de abdominales.
 
3. Un corazón más fuerte 
Nadar también es buenísimo para gozar de un mejor estado de forma aeróbico. Obliga a tu cuerpo a aprender un nuevo patrón de respiración –al estar boca abajo en el agua, es inevitable–. Aumentando la profundidad y el volumen de cada respiración, obligas a los pulmones y al corazón a procesar el oxígeno de un modo más eficiente. El músculo del corazón crecerá, literalmente.

4. Sin miedos 
Nadar también potencia la confianza personal. Aprender o perfeccionar una nueva actividad, superar los nervios asociados con los riesgos potenciales, y acabar integrándote en el medio líquido te da una enorme confianza en ti misma. Fijar el objetivo en nadar 25 metros (la longitud estándar de una piscina) o más puede ser una experiencia que te cambie la vida. Es algo que veo repetidamente como entrenador y, en mi opinión, es posiblemente el efecto más positivo que saca mucha gente de la natación.

FUENTE:  http://www.womenshealth.es/fitness/articulo/4-motivos-para-hacer-tu-proximo-entrenamiento-en-la-piscina

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